La técnica de ensayo electromagnético de medición del campo de corriente alterna, o ACFM®, sigue mostrando su versatilidad en la gama de aplicaciones de inspección, incluidos los escenarios extremos. Este artículo examina la aplicabilidad de ACFM en inspecciones a alta temperatura, como la inspección previa y posterior de Weldolets roscados en caliente y tes partidas, recipientes a presión y tuberías de vapor de plantas petroquímicas en servicio.
Las técnicas de END convencionales se ven limitadas cuando se inspeccionan en condiciones extremas, como las altas temperaturas de funcionamiento. Por ejemplo, el ensayo por partículas magnéticas (MT) y el ensayo por líquidos penetrantes (PT) suelen estar limitados a una temperatura máxima de funcionamiento de 60° C (140° F). Existen variantes especiales que pueden llegar hasta los 215° C (419° F), pero su sensibilidad se ve comprometida.
Por otro lado, las sondas ACFM estándar funcionan continuamente a 80° C (176° F). A 150 °C, pueden estar en contacto con componentes calientes hasta 50 segundos. Además, pueden funcionar a 200° C (392° F) durante unos impresionantes 10 segundos. Los conductos de gas y otras tuberías pueden funcionar a temperaturas de 280° C (536° F) y, por este motivo, nos complace presentar una sonda ACFM especial refrigerada por aire para adaptarse a estas condiciones.
En una nota de aplicación anterior sobre el aprovechamiento de una solución caliente con ACFM para inspecciones a alta temperatura, demostramos la capacidad de detectar eficazmente defectos de rotura superficial a temperaturas de hasta 300° C (572° F) en tuberías lisas y soldaduras sin necesidad de acoplantes ni fluidos. Esto se consiguió gracias a la refrigeración por aire forzado y a una sonda especialmente diseñada para soportar el calor.
La nueva generación de sondas ACFM de alta temperatura ofrece una mejor detección y dimensionamiento de grietas en soldaduras austeníticas y ferríticas. Emparejada con el instrumento TSC Amigo™ 2 ACFM, la productividad aumenta significativamente en comparación con las sondas actuales. Puede detectar y dimensionar grietas en todas las orientaciones en una sola pasada. La nueva sonda ACFM de alta temperatura puede detectar normalmente grietas de rotura superficial de 20 mm (0,8 pulgadas) de profundidad a través de hasta 4 mm (0,2 pulgadas) de revestimiento y, en determinadas circunstancias, de hasta 10 mm (0,4 pulgadas) de revestimiento; naturalmente, los resultados variarán en función del entorno.

Con una adquisición de datos mucho más rápida, mejor calidad de datos y relación señal/ruido (SNR), la sonda ACFM de alta temperatura está diseñada para facilitar las inspecciones, ¡incluso con temperaturas en aumento! El nuevo diseño es compacto y ergonómico. La sonda está conectorizada, tiene clasificación IP65 y almacena las configuraciones en la memoria. Optimizada para ofrecer una mayor resistencia al calor mediante el uso de materiales de ingeniería de alto rendimiento, la sonda cuenta con un sistema de refrigeración integrado con suministro de aire externo. Una nueva y valiosa función es una alarma basada en umbrales de temperatura, y la punta cerámica de la sonda se iluminará en rojo si las temperaturas internas suben demasiado, lo que permitirá a los técnicos evitar cualquier daño.
Con la combinación de las advertencias visuales de la sonda y la eficaz refrigeración por aire, la inspección de componentes que funcionan a temperaturas de hasta 500 °C (932 °F) es ahora mucho más fácil que antes. A 500 °C (932 °F), los tiempos de exploración suelen rondar los 12 segundos, con un ciclo de trabajo aproximado del 50%.
Para obtener más información sobre cómo la tecnología ACFM realiza inspecciones a altas temperaturas (hasta 500 °C), consulte este folleto detallado.
Manténgase fuera de peligro utilizando la herramienta adecuada diseñada para inspecciones a altas temperaturas. Póngase en contacto hoy mismo con nuestros amables expertos en ACFM para hablar de su aplicación y manténgase al día.